El tratamiento se lleva a cabo en una camilla de terapia. Estarás cubierto con una manta y me aseguraré de que estés cómodo. Con mis manos y mi presencia, escucho tu cuerpo y sus señales. El ritmo del cuerpo y la respiración es más lento que el de los pensamientos, por lo que el contacto puede sentirse muy relajante.
La terapia Rosen genera una sensación de conexión, haciéndote sentir visto y comprendido en lo que estás experimentando en este momento. Tu respiración tiene espacio. Emociones inconscientes, experiencias olvidadas y viejos patrones pueden liberarse. Tu proceso es acompañado con atención, contacto y palabras. Sentirte como realmente eres significa experimentar cómo es no tener que fingir. A través de toques suaves y tranquilos, tienes la oportunidad de sentir lo que significa ser recibido sin la necesidad de hacer algo.
Tu única tarea como cliente es presentarte y acostarte en la camilla. Eso es todo lo que necesitas hacer. Solo puedes ser.
Las reacciones que se pueden experimentar durante una sesión varían mucho. Para muchos, es un momento profundamente relajante y meditativo. Algunas personas pueden llorar, otras hablar o reír. Algunas sienten poco más allá de la relajación física en las primeras sesiones. Es un proceso que toma el tiempo que necesita. El cuerpo solo libera lo que estás listo para manejar. Cuando nos damos cuenta de lo que hemos tenido que reprimir, esto puede darnos más libertad y más oportunidades para la expresión personal.
Algunas personas eligen asistir regularmente y usan la terapia como parte de su desarrollo personal y autocuidado. Otros desean abordar áreas específicas de su vida, y el número de sesiones varía. Según la experiencia, la mayoría de las personas elige recibir alrededor de 10 sesiones, ya que es un proceso. Recomiendo tomar las primeras 2-3 sesiones con relativa frecuencia para mantener el enfoque en el proceso y lo que surge. Más adelante, se puede aumentar el tiempo entre sesiones para dar espacio a la vida y permitir la integración de emociones y conocimientos adquiridos.
En una sesión Rosen, a menudo utilizo lo que llamamos lectura corporal.
El cuerpo tiene la capacidad de brindarnos apoyo cuando lo necesitamos, tanto física como emocionalmente. En la lectura corporal, comienzo observando cómo te paras y caminas. Tu cuerpo refleja mucho de lo que has enfrentado y puede dar una impresión de la historia que lleva.
Cada persona tiene su propia historia, al igual que tú. Obtengo una gran cantidad de información al observar cómo tu cuerpo lleva la marca de tus experiencias. Esto proporciona un excelente punto de partida para el tratamiento en la camilla, donde nos encontramos con la respiración e invitamos al cuerpo a liberar tensiones que ya no necesita.
La lectura corporal también se puede reservar por separado.
Hablar y compartir pensamientos y sentimientos puede ayudar a aclarar las emociones que están detrás del deseo de recibir tratamiento. A veces, también es útil expresar lo que tienes en el corazón antes de acostarte en la camilla. Esto permite que la sesión brinde una oportunidad para escuchar internamente y sentir sin ser "interrumpido" por palabras o diálogo.
La primera conversación nos permite conocernos antes de que comience el tratamiento en la camilla y también se puede utilizar según sea necesario durante el proceso.
La conversación también se puede reservar por separado y, si lo deseas, podemos realizarla de forma digital.
El masaje de cabeza es profundamente relajante pero también energizante. Si experimentas estrés, tensión en la mandíbula, dolores de cabeza, dolor en el cuello o respiración superficial, es probable que "ames" este tratamiento. El masaje incluye hombros, cuello, rostro y cuero cabelludo, proporcionando una auténtica terapia antiestrés a todos los niveles.
Muchas tensiones y dolores en la cabeza, el cuero cabelludo y el rostro a menudo están relacionados con el estrés.
Al tensar y relajar, es posible que la respiración y el pulso encuentren su propio ritmo natural.
El masaje de cabeza puede ayudar con:
El Método Rosen es ideal para quienes sienten que su respiración está bloqueada, experimentan presión, estrés o se sienten atrapados. Tal vez has probado otras terapias sin obtener el resultado que esperabas. Anhelas sentirte libre para simplemente ser.
Las sesiones son adecuadas para todas las edades y pueden ser un gran apoyo para dolencias físicas. Aunque no tratamos enfermedades, puedes afrontar mejor condiciones crónicas o dolores, ya que la relajación y la aceptación pueden ayudar en el proceso. Los traumas emocionales son tratados con respeto y comprensión, y la terapia puede ser muy liberadora.
La terapia Rosen es un método de relajación mediante el contacto. A través de una sesión, puedes acceder a emociones y experiencias almacenadas en tu cuerpo, y el terapeuta puede ayudar a liberar estas tensiones.
El Método Rosen contribuye a tu crecimiento personal interno
Esta es la función principal del Método Rosen. Este crecimiento interior puede tener un impacto significativo en los niveles físico, emocional y espiritual.
Las tensiones musculares también limitan la respiración libre del cuerpo, lo que puede provocar dolor, fatiga y malestar.
El método fue desarrollado por Marion Rosen (1914–2012). Era fisioterapeuta y en la década de 1930 estudió técnicas de masaje, relajación y respiración.
"Tocar el cuerpo – Alcanzar el alma – Cambiar el mundo"
– Marion Rosen
Descuentos disponibles para estudiantes y jubilados, a convenir con el terapeuta.
Todos los precios incluyen IVA.
Cumplimos con todas las normas sanitarias y de seguridad para garantizar tu bienestar.
Mi nombre es Linda M. Svendsen, y me convertí en terapeuta Rosen certificada internacionalmente en 2011. He tenido mi propia práctica y he realizado miles de tratamientos de Rosen desde 2009. Soy miembro de la organización oficial noruega para terapeutas Rosen, NRF.
Mi formación incluye danza y movimiento. Me formé como bailarina y coreógrafa en el Laban Centre for Movement and Dance en Londres en 1994. Me he especializado en técnicas de estiramiento y relajación, y he enseñado estas disciplinas desde 1995, trabajando con equipos de fútbol profesional, atletas universitarios, la Asociación de Esclerosis Múltiple en Oslo, y clientes corporativos.
Utilizar el cuerpo como referencia y herramienta a lo largo de mi carrera—ya sea como bailarina, profesora o terapeuta corporal—me ha dado una profunda comprensión de la base emocional y fisiológica del cuerpo. Uso este conocimiento tanto de manera consciente como intuitiva en mis tratamientos y en mi relación con los clientes.